Corren caballos por este segundo, cálidos, desbocados... Hay palmeras despeinadas esperándote en la playa. Y aquellas noches se embadurnaban nuestras salivas, Como apagadas las luces de las ciudades con tan sólo soplarlas. Nunca vimos los acantilados cuando dormíamos tan abrazados Sin embargo aquí están, a los bordes de esta cama. Porqué no te acuestas junto a mí Y me ayudas a romper todo lo que me hace mal? Grita el cielo, Como una pantera, se cubre de negro la costa entera. Hay un mundo siempre en llamas, cada palabra callada. Y a aquellas horas siendo invencibles, Sólo los hilos de una luz blanca atravesaban la persiana Y en silencio nos ataban Porqué no te acuestas junto a mí Y me ayudas a romper todo lo que me hace mal? Porqué no me acuesto junto a tí Y te ayudo a romper todo lo que te hace mal? Y hacer del sol Y hacer del sol... nuestro hogar