Aún recuerdo en tu mirada Ese brillo que se ahogaba Como una piedra en el río. Como escribió Naoko, Yo también querría ser Algún día aplastado Por toneladas de cariño Que merezco y que nunca me has dado. Ningún libro que leímos Avisaba del peligro De creernos especiales. Isabella, por favor, déjame caer Como el agua que empapa tu cabeza. Isabella, entiéndeme, Las noches como la de ayer Pueden durar en mí toda una vida. Y el tiempo en que pensamos Que las líneas de las manos Las dibujamos nosotros Fue barrido por un viento Que en su día fue el aliento, Nuestra luz y nuestra calma. Isabella, por favor, déjame caer Como el agua que empapa tu cabeza. Isabella, por favor, deja ya de llorar, Tus lágrimas me pesan toda una vida.