Melancólicas sonoras voces lejanas del tiempo Vieja, acordeón, verdulera, compañera de mis sueños Te abracé de niño y sentí en tu madera La eterna nostalgia de un grito callado Sentí tu pena, lloré mil veces Y de entre tus cosas me hablaba el abuelo Busqué el alivio en tu historia y vi sonrisas de niños Oí el grito de mi Chacho levantando la mirada Por estas cosas te pido Ya no te pongas triste Si somos dos peregrinos Y con la misma tonada