Ay si los días fueran como ayer, Con tus uñas sobre mi piel dibujando las vías del tren. De tu cuello a los pies yo era un Cienpies y cada amanecer eras el sol. Ay si los días fueran como ayer, Volverías a ser el agua que sacia mi sed. Resurgiria de las ruinas de mi ser y cada atardecer eras el sol. En la estación de la desolación me dejaste en los Huesos, me volaste los sesos con un beso y un adiós. Ay si los días fueran como ayer, Se esfumaria la soledad que no para de morder. Las lunas de hiel serían de miel y cada anochecer serás un farol. En la estación de la desolación me dejaste en los Huesos, me volaste los sesos con un beso y un adiós.