Entré en vos como si fuera una tarde calurosa Terminamos el crepúsculo Entre brazos lerdos Anduvimos buscando el vino a tientas Derramamos y llegó la borrachera Pero después, después Vinieron los silencios largos Como apuñalados O apuñalándonos. Con la noche Juramos los secretos Y nos besamos en la boca Con la saliva más nueva Desde entonces Salgo con la oscuridad Y te hago las señales Convenidas. Se vino el río Fue como decir El viento tiene aromas amarillos El aire es de color violeta Y el martes es el tercer día de la semana Me decido y te lo cuento No sé vivir conmigo mismo. No sé vivir Y no sabemos En la garganta duele La saliva seca Pero de a poco vamos envejeciendo Nuestras carnes Y llegamos al odio Cuando venimos del amor Y somos fracasados Transeúntes permanentes Caminantes de este miedo El mío, el de nosotros.