Ámbar y oro Ventanas cegadas por la frustración No consigo encontrarte Mudas gritan Persianas que dan paso a un nuevo color Fracaso excitante Escila escupe la hiel Que devora egos voraces La belleza de su sombra Me invita a levantarme Vivir un sueño Renuncio a despertar Rasco las nubes al buscar Vivir un sueño Renuncio a dar Ni un sólo paso atrás Hoyo, que me libera del lodo Las paredes supuran magia Cercena las manillas de la realidad. Mi realidad Coronas que laten Membranas que insuflan vida a mi edén Bosques sin hojas Ondas cazadas por ramas que no puedo ver Escila bebe el elixir desafiante Las líneas de la vida se besan otro instante Vivir un sueño Renuncio a despertar Rasco las nubes al buscar Vivir un sueño Renuncio a dar Ni un sólo paso atrás Sólo quiero encontrar Un pozo lleno de claridad Escila vuelve a ser deseada y arrogante A la sombra de su sombra espera otro viaje Vivir un sueño Renuncio a despertar Rasco las nubes al buscar Vivir un sueño Renuncio a dar Un sólo paso atrás Sólo quiero abrazar Mi diosa eterna Mi inspiración Perdido en el sueño más largo La aurora volvió del destierro Y lanzó rayos rojos al cielo Tiñendo de malva el letargo Desperté, ¡Oh triste mortal! Que sin piedad y sin perdón Acusas a este corazón delator Que ahora se dispone a hablar Hablar de la gris realidad O soñar con volar libre Desplegando mis alas de mimbre Como última voluntad Y aunque me sienta pequeño Y me invada la amargura De la noche más oscura Quiero vivir este sueño Pues aunque a veces quiero odiarte En este juego a vida o muerte Me disuade, justo enfrente Una marea expectante Cuyas olas alivian el daño De navegar hacia ningún lugar Y no podrán compensar Las gracias de más de mil años Y cuando el río esté seco Pediré a mi estrella fugaz El diluvio universal Que inunde todos los huecos Tendré devoción, tendré fe Sin ser marioneta de un Dios De no entonar la canción Del destino más cruel Hora de despertar