Eran hermanos y fueron valientes Todos vivieron con resolución Que fueron cuatro, platica la gente Y cayó sobre ellos una maldición. Primero que a todos Mataron a Antonio Con rinches de Texas a tiros peleó. Según la leyenda traía al demonio Pero allá en el río su tumba quedó. En un duelo a tiros mataron a Marcos Y fue en un domingo al atardecer Por tal de quedar y morir en sus brazos Se agarró a balazos por una mujer. A Juan lo cazaron un día en el campo Venía en su caballo alegre y retozón Ajeno a su suerte venía cantando Sin ver que era blanco de infame traición. Arturo, el más joven Buscó la venganza Pero a su destino no pudo escapar Porque ya su suerte la tenía echada Su vida marcada como los demás La aureola que tienen crece con el tiempo Y se hace leyenda y se hace canción Los viejos del rancho saben que no es cuento De aquellos valientes de gran corazón.