Cuando te vi aparecer me quedé congelado. Tú en cambio me saludaste con tanta naturalidad. Pedimos los dos café: tú uno solo, para mí un bombón, Y pensé: "ya voy por debajo en el marcador". Hicimos eso que llamas "ponernos al día" Esquivando ciertos temas con la destreza de los ex. Llegó la hora de irte habías quedado para correr Y justo al pedir la cuenta empezó a llover. Yo ya estaba sumando las cosas que no había dicho A la lista de cosas que nunca te voy a decir, Y el diluvio que todos los años nos cierra el verano Decidió adelantarse para no dejarte salir. "Cuando llueve así en septiembre suele ir para largo" Te dije y el camarero asintió desde fondo del bar. Le pedí un par de cervezas y cuando me giré hacía ti Me encogí de hombros y tú te empezaste a reír. "Así que ahora haces deporte, yo di algún concierto Y acabé esa canción para invitarte al baile del farol". Nuestras manos se rozaban y no parecías quererlo evitar. Tragué saliva y pensé: "ahora o nunca, chaval" . Lo siento por los turistas que estarán mirando al cielo Atrapados en un rascacielos de Benidorm, Pero creo que hasta incluso ellos estarían conmigo Si supieran cuánto me ha costado encontrar la ocasión De decirte "te sigo esperando, Neus Pastor".