Voy a buscar, Sin temerle a las palabras O a la tempestad. El juego puede terminar. ¿Quién percibe lo esencial? Y es la misma sensación. Cuando todo cambia Siento que no hay nada, nada. Y la promesa de ser fiel hasta la muerte. Calma, calla, vuelve a recordar. Llora el tiempo Preso de su andar retórico. Onírico. Lo perdemos todo y más. Si la sutileza muere, Lo más alto El destello de una luz Que ilumina un planeta artificial. Y la utopía que alimenta nuestras mentes. Calma, calla, vuelve a recordar. Llora el tiempo Preso de su andar retórico, Onírico. Una mañana nos regalaron un conejo de indias. Llegó a casa enjaulado, Al mediodía le abrí la puerta de la jaula. Volví a casa al añochecer, Y lo encontré tal como lo había dejado. Jaula adentro, pegado a los barrotes, y temblaba... Del miedo a la libertad.