Todos nacimos bajo el signo de Ariel Y acabamos siendo siempre Calibán. Pusiste los raíles, transportaste el alquitrán Te pagaron por dejarte la piel. No sabe cambiar esta historia blanca Crónica de un constante tropezar. Y aunque la tinta es negra En la página estampa La sangre del miserable Calibán. Le hará sentirme de nuevo, Como un simple peón Que quiere mojar los dedos En algo demasiado bueno En algo demasiado bueno Para tan poco dolor Para tan poco dolor... Déjame servirte de campo de minas Déjate devorar la soledad Ya no tengo promesas, Ni excusas, ni mentiras Solo un corazón idiota de calidad. Vi como se hundía en el horizonte de Astracán La flota de nuestra tranquilidad. Y nos quedaron solo llanuras de angustia Con nuestros pudieras, nuestros quizás... Y harás sentirme de nuevo Como un simple peón Que quiere mojar los dedos En algo demasiado bueno En algo demasiado bueno... Para tan poco dolor