Compadécete de mí, Pues, oh Dios, yo clamo a ti, Y con noble compasión Borra tú mi rebelión Y hazme puro en verdad, Redimiendo mi maldad. He pecado contra ti Y dolor yo siento en mí, Pues tu gracia desprecié Y tus leyes quebranté; Tú eres justo, oh Señor, Más yo pobre pecador. En pecado yo nací, Nada bueno hay en mí; Sólo en ti hay salvación, Tú das luz al corazón, Ven entonces a mi ser Y hazlo tú resplandecer.