Era un coyote enamorado de la soledad Y una luciérnaga a su cueva lo despertó Aquella luz que titilaba pronto lo molestó Y de una gran **** él se la tragó Desde ese día el pobrecito cuando aulla Iluminando las aldeas circunvecinas Se quedó sin soledad Pues todo el mundo llega a ver Aquel prodigio del aullido que da luz