Revestidos con las armas del Señor Para resistir la amenaza del enemigo Lucharemos contra Espíritus del mal De la mano de María y Jesucristo Ceñidas las cinturas con verdad Con coraza de justicia protegidos Predicando y enseñando lograremos acabar El pecado de hoy en día tan destructivo Embrazando el escudo de la fe Apagaremos los dardos del maligno Y la espada del Espíritu encendiendo la fogata Levantando corazones deprimidos Porque ya no hay vuelta atrás Estamos consagrados a su servicio Y con lazos de amor Hacemos parte del ejército elegido De la Madre de Dios Aquella que nos escogió en su misericordia Con su amor Ella nos alimentará Nos dará a beber del Espíritu Divino Y embriagados de este mismo cantaremos sin cesar La buena nueva que tanto nos ha dicho Imitaremos de Ella la humildad La pureza que Dios le ha concedido Renovando nuestra entrega con su propio corazón Gritaremos sin temor y convencidos De que ya no hay vuelta atrás Estamos consagrados a su servicio Y con lazos de amor Hacemos parte del ejército elegido de la Madre de Dios Aquella que nos escogió en su misericordia Porque ya no hay vuelta atrás Estamos consagrados a su servicio Y con lazos de amor Hacemos parte del ejército elegido de la Madre de Dios Aquella que nos escogió en su misericordia