Que absurdo inventarte un país con estrellas Que salgan al alba, que besen tus piernas; Que absurdo creer que el amor es un cuento Que rescata sapos con encantamientos. Que absurdo el día, Que gran mentira. Que absurdo vestirte, peinarte con luna, Cubrirte de flores, nadar tu cintura, Mirarte sin prisa y gastarme los ojos, Beberme tu aliento, tus labios a sorbos. Que desconcierto, Mirarme dentro. Me arrojo y vuelvo a caer Y no encuentro valor para hacer Un camino de ti. Tu sabor, tus paisajes, tu olor Se me enredan Y no hallo la forma de darles color. Busco un rastro, una huella Que me haga entender que el amor No precisa de palabras bellas. Te invito a cenar con lo que gané cantando: Tu hablas tan deprisa que tiras los vasos, Yo arriesgo y me pido algo que no he probado: Lo trae el camarero...¡joder, ...la he cagado! Que poesía Mirar tu risa. Te visto con siempres, te quito los nunca, Te arranco los muertos, te cubro de lluvia; Me dejas temblando ante tanto silencio, Tanto descalzarte, perder tanto tiempo. Que miramiento Fumar tu cuerpo. Me arrojo y vuelvo a caer... Que quieto, que hermoso, que azul tu descanso, Quiero despertarte... mejor me lo aguanto; Me dejas sin sitio, me quitas las mantas, Me enfado. Te beso. Y hasta mañana.