Se han quemado maderas viejas Que sintieron retumbos y ceniza turbia Zapateros desaparecieron con su encanto de libro añejo Las ideas del canto al cielo perduran con fuego Los pasos ligeros despiden amables abrazos de abuelo La piedra que luce pintada con pensamientos sinceros Siempre es rechazada por las firmas en papel impreso Virtud desechada la de saludar por la mañana... Cipreses mojados aun perfuman las mangas del aventurero Sus calles que son tan duras de huir Suelen acurrucar al niño al dormir