Ya se escucha su voz, ya se puede oír. Su angustia y su dolor llegaron hasta aquí. En un camino lleno de esperanza, hay corazones que oyen su lamento. La voz del abatido, La voz del quebrantado, la voz del prisionero y del cautivo. La voz del enlutado, La voz del afligido, la voz del oprimido y del hambriento. Hay buenas nuevas, hay libertad, hay buena voluntad, hay amor de Dios. Hay fuerza, hay gozo, canción de alegría y pan, Hay casa, hay luz como el alba... Hay justicia!! Ya no puedo callar, ya no hay descanso. Hasta que la justicia se establezca. Su salvación se encienda como antorcha, y se rompan todas las cadenas. La voz del abatido (...) Levántate y resplandece, ensancha ya tu corazón. Ven, grita fuerte y sin miedo, Que hay justicia, que hay justicia... Libertad!! Hay buena voluntad... (Continúa como el Coro). Hay justicia