En la cueva en medio de la niebla Una catedral flotando espera Suelta tus pecados en la hoguera Y corre a apuñalar a las estrellas Y ha echado a volar Ya le han puesto precio a tu cabeza El Mercurio arde en tus orejas El sacerdote canta en la candela Y ha abierto la mano de la ofrenda Y ha echado a volar En la tormenta El abismo se abre entre tus cejas La abundancia llena tus caderas Eres la semilla de la Tierra Tú sola acabaras con ésta guerra Y ha echado a volar En la tormenta Echó a volar En la tormenta