Cada vez que te pregunto Si el color de mis zapatos va bien, Es que no sé cómo lo haces, El caso es que lo haces tan bien. Tus manos siempre tan sucias, De enterrar lo que no quieres traer. Tus ojos siempre tan claros, Alumbrando lo que ya nadie ve. Y ahora va a cambiar el juego, Al que apostaste todo por mí, No quiero que sigas dando, Lo que tengo es gracias a ti. Eres el espejo Del cuarto donde aprendo a resignarme Y ahora sí... Ahora va a cambiar el juego Al que apostaste todo por mí, No quiero que sigas dando, Lo que tengo es gracias a ti. Y ahora va a cambiar el juego Al que apostaste todo por mí, No quiero que sigas dando, Lo que tengo es gracias a ti.