Bajó corriendo las escaleras, Sus manos temblaban sin parar, Tropezó en el último escalón, Se azotó la cabeza y comenzó a sangrar, Alcanzó a oír las sirenas, Estaba muy débil para hablar Su mirada fija en esa vieja luz Soñando que no lo había hecho Atrapado en una habitación, soñando Comenzaron las preguntas Y los golpes de los guardias, ¿Cómo explicarlo? Ya nadie le creería. Se abalanzó con toda su fuerza Y logró escapar, Con una sonrisa gigantesca. Su mirada fija en esa vieja luz Soñando que no lo había hecho Corrió por los pasillos Pensando que lo lograría, Un dolor helado demostró lo contrario. Una mano en el pecho, Comisarios y sabuesos. Una lágrima rodó por su mejilla, Ella era todo lo que quería. Ahora nadie jamás lo sabría, Se había quitado la vida. Él intentó detenerla... Pero a veces la vida no espera, Ni la vida ni ella. (Nada más que hacer, Nada que esperar). Soñando con ella.