Maradona Jugó, venció, meó, perdió El análisis delató efedrina Y Maradona acabó de mala manera su mundial del '94 Maradona nunca había usado estimulantes en vísperas de los partidos Para multiplicarse el cuerpo Es verdad que está enganchado a la cocaína Pero, pero se dopa en las fiestas tristes, para olvidar o ser olvidado Después de muchos años de estar acorralado por la gloria Y cuando ya no puede vivir sin la fama, que no lo deja vivir Ha jugado mejor que nadie A pesar de la cocaína y no por ella Él estaba, está agobiado por el peso de su propio personaje Tuvo problemas en la columna vertebral Desde el lejano día en que la multitud gritó su nombre por primera vez Maradona lleva una carga llamada Maradona Que le hace crujir la espalda El cuerpo como metáfora Le duelen las piernas, no puede dormir sin pastillas No ha demorado en darse cuenta de que es insoportable La responsabilidad de trabajar de Dios en los estadios Pero supo desde el principio Que es imposible dejar de hacerlo "Necesito que me necesiten", confesó Cuando ya llevaba muchos años con el halo sobre la cabeza Sometido a la tiranía del rendimiento sobrehumano Empachado de cortisona y analgésicos y ovaciones Acosado por las exigencias de sus devotos Y por el odio de sus ofendidos La máquina del poder se la tenía jurada Él le cantaba las cuarenta Eso tiene su precio, el precio se cobra al contado y sin descuentos Y el propio Maradona regaló la justificación en el '94 Por su tendencia suicida a servirse en bandeja En boca de sus muchos enemigos Y esa irresponsabilidad infantil que lo empuja A precipitarse en cuanta trampa se abre en su camino Los mismos periodistas que lo acosan con los micrófonos Le reprochan su arrogancia y sus rabietas Y lo acusan de hablar demasiado No les falta razón; pero no es eso lo que no pueden perdonarle En realidad, no les gusta lo que a veces dice Este petiso respondón y calentón Tiene la costumbre de lanzar golpes hacia arriba En el '86 y en el '94, en México y en Estados Unidos Él fue quien denunció a la omnipotente dictadura de la televisión Que estaba obligando a los jugadores A deslomarse al mediodía, achicharrándose al sol Y en mil y una ocasiones más, todo a lo largo de su accidentada carrera Maradona ha dicho cosas que han sacudido el avispero ¿Por qué no rigen en el fútbol Las normas universales del derecho laboral? Si es normal que cualquier artista conozca las utilidades del show que ofrece ¿Por qué los jugadores no pueden conocer Las cuentas secretas de la opulenta multinacional del fútbol? Cuando Maradona fue, por fin, expulsado del Mundial, en el '94 Las canchas del Mundial perdieron a su rebelde más clamoroso Y también perdieron a un jugador fantástico Maradona es incontrolable cuando habla Pero mucho más cuando juega No hay quien pueda prever las diabluras De este inventor de sorpresas que jamás se repite Y que disfruta desconcertando a las computadoras En el frígido fútbol de fin de siglo Que exige ganar y prohíbe gozar Este hombre es uno de los pocos que demuestra Que la fantasía puede también ser eficaz