Escuche a los Poetas hablar sobre la vida Con un denso sonido, una hueca letanía Mientras allí nomás en la carne mas urgente Vivir, Dolía. Los escuche apilando montones de palabras Festejar sus sonidos pretendidos lirismos Mientras allí mismo en puntitas de pie Pasaba la poesía. Yo les vi en la mirada el ego con su brillo Oyéndose y oyéndose hasta la sordera Ninguno tuvo tiempo ni se paro un momento a oír la primavera. Ni vieron la piedra sobre la guadaña Aguzándole el filo con nocturna fiereza No la vieron venir.hasta que de repente Rodaron sus cabezas. Yo no vengo a cantar para lucirme Ni soy un decorado en la reunión Soy un ser que cuando canta Le estremece la garganta la vida y la pasión. Yo no vengo a juntar aplauso y fama Ni tengo mercenaria la razón Porque el árbol que florece No pregunta ni obedece ni reniega de su flor. Est. No nací para coyunda ni manea Soy arisco al freno al arriador Si me entregue mansamente Habrá sido únicamente alguna vez por amor. No soy un extraño entre mi gente Calzo la sandalia popular Voy entre la muchedumbre Por el llano y por la cumbre siempre con el mismo andar. Los elogios ya no me marean Soy ajeno a toda vanidad Que en el carnaval del ego Vi a muchos quedarse ciegos naufragando en soledad.