Cantado
Qué voy a hacer con la melancolía
Que llevo en mí.
Paso las horas
Mirando el techo de una pensión.
El punto aparte de alguna mosca sobre la cal,
Colgado en la telaraña de algún rincón.
Sinceramente debiera abrirme un poco más,
Ir hacia el mundo, tener la fuerza de voluntad,
Pero las brujas de mi nostalgia, qué fuertes son.
Me pierdo en el laberinto de mi orfandad.
Y hay un reloj latiéndome las horas,
Hay una luna insomne en la ventana,
Un desamor total en cada cosa,
Entre estas cuatro paredes alquiladas.
Y hay un cuadro con un paisaje triste,
En un rincón, como siempre, mi guitarra,
La valija entreabierta que bosteza
Su cansancio de camisas arrugadas.
Y no es que tema morirme en este hastío,
Ya no me asustan ni el olvido ni la nada.
Pero el trebolar caliente de tus besos,
Aun en cenizas, habrán de hacerme falta.
Recitado
A veces vago por los tugurios, no sé por qué,
Entre otros náufragos que se aferran a un café,
Tragamonedas con musiquita de carrousell,
Y me pregunto si es este el mundo que yo soñé.
Cantado
Así mañana, otro paisaje, otra ciudad,
Otro planeta, otra galaxia, lo mismo da.
La misma cama servil y blanca e impersonal
Y siempre el mismo profundo abismo
De soledad.
Y hay un reloj latiéndome las horas,
Hay una luna insomne en la ventana,
Un desamor total en cada cosa,
Entre estas cuatro paredes alquiladas.
Y hay un cuadro con un paisaje triste,
En un rincón, como siempre, mi guitarra,
La valija entreabierta que bosteza
Su cansancio de camisas arrugadas.
Y no es que tema morirme en este hastío,
Ya no me asustan ni el olvido ni la nada.
Pero el trebolar caliente de tus besos,
Aun en cenizas, habrán de hacerme falta.