Hasta altas horas llevo, mi erranza nocheriega Me siguen tus recuerdos como grises romeros Y un perfume de luna por las sendas se riega Y son como pupilas lejanos los luceros. Tu alma sigue conmigo, somos en el camino Acaso sin saberlo, dos iguales viajeros Tú sola calmar puedes mi sed de peregrino Y solo me perfuman tus blancos jazmineros. Andar y andar siguiendo la erranza Hasta donde los luceros se han muerto La luna ya se esconde y al final de mi ruta Solo estan tus ojeras. Y solo entre tus labios florece la fragancia Inefable y amada con que soñó mi erranza Camino de tus suaves o blancas primaveras Los luceros se han muerto, la lluvia ya se esconde Y al final de mi ruta, solo están tus ojeras.