Te dije que esto sería la historia de nunca acabar Que volverías a mis brazos como vuelvo yo a cada bar Como si cada noche fuera o bien la última o la primera Y que estábamos condenados a irnos para regresar Te dije que esto sería la historia de nunca acabar Que cada piedra en que tropiezas Es una trampa del azar, Se aprende a bajar los peldaños a base de hacerse más daño, Pero la guerra no se pierde aunque se hunda el barco en el mar No le eches la culpa a mi falta de madurez Y déjame que prefiera que siga siendo el pez Que escapa de tu pecera porque quiere respirar Mientras aprende en un vaso, paso a paso, a nadar Te dije que esto sería la historia de nunca acabar Que las reincidencias no son sinónimo de fracasar Que la vida conduce a etapas Que no aparecen en tus mapas Que alguien puso dos bolas blancas En esta mesa de billar Te dije que esto sería la historia de nunca acabar Que el deseo viaja de noche Y el cariño es crepuscular Y aunque la pasión no es eterna, Nos quedan dos pares de piernas Que en el filo del precipicio nos invitarán a bailar No le eches la culpa a mi exceso de insensatez Y déjame que prefiera huir de cualquier red Vivir en primavera que me espera el carnaval Y muéstrame a toda prisa tu sonrisa vertical Porque pasan los años y yo sigo siendo el mismo Y tú dices que soy el profesor que te enseñó a llorar Bailando tangos al filo de un abismo Para escribir en la memoria De las piedras esta historia de nunca acabar No le eches la culpa a mi estado de embriaguez Y déjame que prefiera calmar aún más mi sed Bebiendo en tus caderas la humedad que pierde el mar Y terminar en la gloria, esta historia de nunca acabar