Siempre buscamos como almas perdidas Llenar la noche de magia y de risa Cuando el mañana no tiene futuro Buscas su rumbo en señales de humo En esos bares su luz agoniza Entre palabras de alcohol y ceniza Donde se esconden mujeres y hombres Tras los vasos olvidan sus nombres Sólo dejan ver El deseo escrito en la piel En la mirada profunda de aquel Espejo roto en recuerdos de ayer Y otra vez Vender por nada retales del alma Cuando la noche teje su red Atrapasueños al amanecer A esa hora en que el alma aluniza En algún claro de luna rojiza Se oye en silencio y en lo más oscuro Del corazón un leve murmuro Y vuelve el eco de viejos augurios Y se deshace la noche en tugurios Donde despiertan cansados poetas Que huyen al alba por calles desiertas La soledad Se desliza en un surco de sal Testigo mudo en la oscuridad Destila el fruto del bien y del mal Y otra vez Vender por nada retales del alma Cuando la noche teje su red Atrapasueños al amanecer Y otra vez Vender por nada retales del alma Cuando la noche teje su red Atrapasueños al amanecer