Ceniciento perdió un zapato Una noche que andaba borracho Su hada madrina era un licor Le pedía deseos de amor Ceniciento cantaba contento A las farolas del vecindario Cantando canciones de risa De la mili y alguna de misa Si pasaba aluna muñeca Le gritaba "mira que eres fea" Ella indignada gritaba "borracho" "Pero a mí se me pasa rato" Algunas veces hacía llover Cuando cantaba la canción de "Ayer" Pero siempre escampaba deprisa Si entonaba una de Gardel A Ceniciento le durmieron con cuentos Llenos de historias dulces de amor Y creyó correr la misma suerte Pero un buen día se despertó Y amaneció en un bar olvidado Lleno de heridas y desahuciado Y desde entonces todas las noches Comenzó a perder su zapato Un mal día le echaron del bar Por tabernícola, por no pagar Suplicó "póngame la penúltima" No le sirvieron la última copa Ceniciento esa noche se fue Al otro barrio para no volver Y la calle quedó tan vacía Sólo dos gatas, Raquel y Lucía Algo curioso empezó a suceder Entre aquellas oscuras esquinas Cada vez que pasaba la gente Alguien cantaba, gritaba y reía Y en el suelo un zapato perdido Y en el alma un beso robado Este cuento se ha terminado A tu salud brindaré con mi vaso