Vamos hacia el río, tú y yo Cuando el alba empieza a despuntar Cuando el viento se desliza entre los dos Y la hierba nos refresca de humedad Los primeros cantos de un gorrión Dan señal que el día comenzó Pero el río impasible sigue igual Y su cauce se transforma en un cristal Puedo ver en esta vida la belleza y el color Sin que exista la tristeza o el dolor Donde nazca cada día una ilusión Sin que haya que esconder algún temor Al llegar la noche puedo ver Esas mil estrellas palpitar Bajo el manto azul que cubre el más allá Y ese espacio de una immensa libertad Y puedo ver en esta vida La belleza y el color Sin que exista la tristeza o el dolor Donde nazca cada día una ilusión Sin que haya que esconder algún temor