Plantado en el ring toda la noche, Sangrando desde el alma hasta las cejas Mi cuerpo se permite ese derroche, No hay resquicio en mi idioma para quejas. Ya mis puños no alcanzan ni a mi sombra, Terco y viejo caballo reincidente Sangrando por la boca que hoy te nombra Desde el labio roto hasta los dientes. No hay nada que perder bajo este cielo, Soy del gris y del duro de la roca, He pintado tu boca en este suelo Para solo inclinarme ante tu boca Golpeo con la rabia de un sicario Y encajo con la entereza del esclavo, Y guardo en la memoria este calvario Para devolverlo pronto clavo a clavo Y con tu rostro en cada golpe tatuado Ahogaré en ginebra mis heridas. Perdería así un millón de vidas, Pero nunca dirán que me he arrastrado No hay nada que perder bajo este cielo, Soy del gris y del duro de la roca, He pintado tu boca en este suelo Para sólo inclinarme ante tu boca Para sólo inclinarme, Para sólo inclinarme, Para sólo inclinarme ante tu boca