Madre, madre, Llega el día y debo marcharme En este caballo grande Cargado de vida. Que los dedos de tu mano Bendigan mi frente. Que el recuerdo de este abrazo Me acompañe siempre. Debo encontrar La playa escondida en la ciudad. Para escuchar Cantos de sirena en alta mar. Cuando en la noche cerrada me sienta perdido, Madre, cántame una nana, Muéstrame el camino. Y si quieren atraparme Esta madrugada, Rompe las cadenas, madre, Abre las ventanas. Debo buscar Mi suerte en una estrella fugaz. Y galopar Surcando vientos de libertad. Cuando encuentres encendida la luz de mi vela, Tráeme a casa el sueño, madre, Deja que yo duerma. Madre, madre, Si las balas silvan en mi olvido, Dame fuerzas y coraje Para seguir vivo. Debo buscar Mi suerte en una estrella fugaz. Y galopar Surcando vientos de libertad.