Cuando ayer me eché la siesta Me empezó a doler el pecho Y soñé que hasta mi casa Llegaban llamas de fuego De tanto que te eché de menos De tanto que te eché de menos Perdí mi poder ignífugo Y empezó a sonar el móvil Y me desperté sudando Entre restos de un incendio Como un golpe del que no pude remontar Como restos de un incendio en Portugal Como aquello de lo que nunca quise hablar Como un golpe de mar