Me asusta pero me engancha Me hace sentir el rey de la cancha Un monje sin voz ni voto Me tiene agarrado del escroto El bufón del reino Me dice ahora me esperas mientras me peino Y yo voy y lo hago No soy más que la azafata de un mago De nuestra lengua solo conoce un registro Pero me humilla siempre que me despisto Me resulta imposible adivinar Si tan sólo quiere jugar Me quiere por interés o no me quiere Creo que su visión de la mía difiere Y ella en la distancia se refugia Dime tú si es una santa o una furcia