Vas escapando y no hay vuelta atrás Tu cara en portada de la autoridad Te vas volviendo loco, no hay salida Entras en la oscuridad, ves una guarida Acojonado, decides llamar A esa vieja negra puerta de metal ¡Ahí va! Menuda suerte que has tenido Morada de macarras y bandidos Bienvenido fugitivo, a nuestro hogar Tranquilo, aqui la ley no sabe dónde estás ¿Cómo estás, qué te trae? No me lo cuentes Otro que la ley convierte en delincuente Lo ves, genial, que barbaridad Reprimido por tu forma de pensar De vestir, de actuar, de encender la llama Libertad de expresión en forma de bengala Nos persigue el perro del poder Le jode que la gente cante contra él Mantén firme las piernas Sus balas se acaban, las canciones son eternas Nos persigue el perro del poder Le jode que la gente cante contra él Mantén firme las piernas Sus balas se acaban, las canciones son eternas Hoy de nuevo, aquí en el ghetto Planificando un golpe discreto Otra noche que huele a concierto Sonido violento, bandido contento Genocidio contra los artistas Manda el comisario a su comando terrorista Y entra vacilando, tirando a matar Porque somos la amenaza de esta ciudad Nos persigue el perro del poder Le jode que la gente cante contra él Mantén firme las piernas Sus balas se acaban, las canciones son eternas Nos persigue el perro del poder Le jode que la gente cante contra él Mantén firme las piernas Sus balas se acaban, las canciones son eternas Nos vigilan, nos persiguen, Nos quieren colgar y no lo consiguen Nos quisieron amordazar Creando mala fama, eliminar Nos censuran, nos aprietan Nos pedían una bala en la cabeza Multiplicando su pretensión Siempre mucha policía, ¡Poca diversión! Nos persigue el perro del poder Le jode que la gente cante contra él Mantén firme las piernas Sus balas se acaban, las canciones son eternas Nos persigue el perro del poder Le jode que la gente cante contra él Mantén firme las piernas Sus balas se acaban, las canciones son eternas Nos persigue el perro del poder Nos persigue el perro del poder Nos persigue el perro del poder Nos persigue el perro del poder