De camino al cielo, Todavía pude negociar Un último acuerdo; Aprovecha tu oportunidad. De bajada haciendo autoestop. Corre, corre o la apuesta está perdida. No quise decir adiós; Entre las nubes me ves caer. Fuimos kamikazes, Jóvenes en pleno vendaval. Tras el oleaje, Tú sabías toda la verdad. Nuestras noches de conversación, Tu llamada curando mis heridas. El silencio nos distanció, Hasta que he vuelto a caer en tus brazos. Los amantes de las seis Con el frío en la piel; Sin desliz no hay trato. Nos persigue la vejez; No hay tiempo que perder. Los estantes de la habitación, Todo sigue igual que en su día. Fue el viejo despertador, Demasiado cruel, sonando. Los amantes de las seis Con el frío en la piel; Sin desliz no hay trato. Nos persigue la vejez; No hay tiempo que perder. Los amantes de las seis Con el frío en la piel; Sin desliz no hay trato. Nos persigue la vejez; No hay tiempo que perder. En el cielo están los cuervos juzgando mi actitud. Vienen ya, no queda luz. Tengo fe en mis defectos, cuidan mi salud. Cuando quieras nos veremos, prometo que llegaré. Los amantes de las seis Con el frío en la piel; Sin desliz no hay trato. Nos persigue la vejez; No hay tiempo que perder. No me busquen en las nubes. No me busquen al llegar las seis.