Perdida en las estrellas de otro cielos Tu soles son aquí mi oscuridad Neblinas que el invierno de tu vuelo levantó Desvelos de mi noche eterna. Distancia de los mares y el olvido Caricias que no saben regresar Desierto de dolor que un viejo corazón No puede abandonar jamás. Alma... me parece oír Tu voz en la mañana fría del adiós. No, no llores mi partida, Quizá en otra vida te vuelva a querer. Yo sé que hay una trampa en cada sueño Que la esperanza es un castigo más. Si pudieras perdonar La culpa de extrañarte Y de llorar. Tu cara es una sombra fugitiva Milagro que se aleja más y más. Me dice el corazón que volverás, Pero yo sé, Que nadie ha regresado nunca. Tal vez en las arenas de tu mundo Fantasmas compañeros del amor Mi nombre escribirán y te dirán quien fue El que más lejos te llevó. Alma... me parece oír Tu voz en la mañana fría del adiós. No, no llores mi partida, Quizá en otra vida te vuelva a querer. Yo siento, sin embargo, que en la noche Tu mano amiga me viene a consolar. En que viento volverá La oscura golondrina De tu amor.