Serena existencias es la de Ortega Que no tiene apuro ni quiere ganar Le alcanza con liarse un cigarrillo Bajo las estrellas que habitan Metan Quien fuera Don Ortega sólo un pucho La pucha de historias podría contar. Es toda su fortuna la memoria de haber sido padre y labriego además Si hay algo que le sobre a Don Ortega Es tiempo se pobre y honrado no más Los años son un peso en sus espaldas Pero no lo aplasta sentirse al final. Por la zamba de su nombre despierta en mi canto su antigua ilusión Que tiene un siglo entero de raíces Y una eternidad de semillas de sol. Para que Don Ortega nunca muera Aunque se lo lleve la noche mayor. En horas ya lejanas de carretas Casi desde chango supo traquetear Pisando los talones de la tierra Abriendo caminos de luna y cereal. Si en aquellos instantes fue marucho Hoy va en el pescante de su soledad No existe la distancia ni el olvido Para el que se aleja si deja el amor Como una lluvia fresca y bienhechora Así es Don Ortega en mi corazón Más vale una gota pero cierta que una caravana de nubes en flor Por la zamba de su nombre despierta en mi canto su antigua ilusión Que tiene un siglo entero de raíces y una eternidad de semillas de sol.