Pasen, pasen, pasen... Acérquense a este viejo. Les contaré una historia, La historia de un monstruo, Un engendro alumbrado A mediados de los 80 Y criado por los suburbios Alimentado con la rebeldía De mentes marginales E inconformes Con una realidad impuesta Por la dictadura del poder Distractor de masas. Esta criatura poco a poco Se fue abriendo camino Gracias a más y más almas Que supieron ver atreves de sus ojos. Debido al afán de superación Su mensaje paso de unos a otros, Primero en los barrios Luego en las ciudades Pero el eco llegó tan lejos Que con el paso del tiempo Aquella primicia se fue distorsionando Hasta que llegó un momento En que el fuego donde se había forjado Se extinguió Sin dejar rastro. Hoy en día descansa sin paz Esperando que alguien malo Le despierte del letargo.