He visto un agujero en el hombre profundo como ese hambre que no se puede saciar. Cuerpo vacío de entrañas, cobijo de telarañas dónde habita la maldad. He visto un agujero en mi alma profundo como la calma, que anuncia la tempestad. Fosa rellena en silencio de angustia de niño muerto donde llora la verdad. Llora por aquel reencuentro helado en su propio tormento por tantas almas sin cuerpo que ya nunca descansarán en paz. ¿Qué nos queda? ¿Qué vamos a dejar? ¿Qué nos puede inmutar? ¿Qué nos puede importar? Que quién te quiera nunca te hará llorar. Madre, entiérrame en paz. ♪ He visto un agujero en la Tierra, que crece como la hiedra, cubriendo la oscuridad. Frío reflejo de piedra, espejo de su vergüenza, por vernos exterminar. Sólo le queda el desprecio, al hijo que parió su cuerpo, al viento grita su lamento. Polvo eres y en polvo acabarás. ¿Qué nos queda? ¿Qué vamos a dejar? ¿Qué nos puede importar? ¿Qué nos puede importar? Que quién te quiera nunca te hará llorar. Madre, entiérrame en paz. ¿Qué nos queda? ¿Qué vamos a dejar? ¿Qué nos puede importar? ¿Qué nos puede importar? Quien nada tiene dime qué perderá. Tierra, entiérrate en paz.