Comenzaste a envejecer tan de prisa antes de tiempo Cada arruga escarbada en tu piel, es un grito que ahoga el silencio No he sabido comprender el vacío en tus pupilas Ignoré las lágrimas que desprendían Dejando entumecer mi desidia y tus heridas Me enseñaste el miedo La primera vez que te encontré Fría, rota, quebrada en el suelo Me quedé tan quieto Acostado a tu lado esperé A que te despertaras del sueño Nunca me dejaste ver, los fantasmas de tu espejo Yo no te supe ofrecer ni mi ayuda ni consejo Entre ginebra y café, entre cigarros y pastillas no dejó De llover ni un sólo día Se fue apagando tu luz No recuerdo tu sonrisa Me enseñaste el miedo La primera vez que te encontré Fría, rota, quebrada en el suelo Me quedé tan quieto Acostado a tu lado esperé A que te despertaras del sueño El dolor umbilical que une tu vientre y mi vientre Ha dejado de sangrar pero tú no eres consciente Nos urge reconciliar la culpa que araña la carne Recordar, que soy sangre de tu sangre Para bien y para mal te sigo queriendo madre Me enseñaste el miedo La primera vez que te encontré Fría, rota, quebrada en el suelo Me quedé tan quieto Acostado a tu lado esperé A que te despertaras del sueño