Hay gente que no asume la derrota, yo la celebro,
Hay gente que pelea con porra, yo con cerebro,
Unos piensan que el rap es terrorismo de estado,
Y otros piensan que es el ritmo que les ha rescatado del fango,
Yo escribo versos, no tarjetas de concurso,
Y te pueden ayudar o no según le des el uso,
Mi boca no tiene vocación de recluso,
Funciona a base de besos, no a base de abuso,
Tú me quieres sin cerebro ni poder de pensamiento,
Tú quieres un muñeco, el Pinocchio de Geppeto,
Ni tú eres el más listo, ni nuestro orgullo mengua,
Ya verás cómo a Evaristo no le cortas la lengua,
Dilo claro, deja de usar cabezas de turco,
Y deja que el público sea el que sentencie al músico,
No puedes encerrar lo que no se puede coger,
Y no puedes coger mi libertad.
Pero es que a veces ya no puedo más, no puedo más,
A veces ya no puedo más, no puedo más,
Tengo que darle un vuelco, darle un vuelco,
Tengo que darle un vuelco, darle un vuelco.
Pero es que a veces ya no puedo más, no puedo más,
A veces ya no puedo más, no puedo más,
Tengo que darle un vuelco, darle un vuelco,
Tengo que darle un vuelco, darle un vuelco.
Totalmente ciego de arrepentimiento,
Por el miedo a decir lo siento,
Por miedo a sentir que me fui de aquí sólo viviendo,
Pero hoy a mi garganta ya no le falta el aliento,
Y puedo permitirme perder todo, menos tiempo,
En este cacho voy a hablar de mí,
Al final me descubrí,
Y no me gustó todo lo que vi,
Dejé mi vida escrita en letras,
Algunas puede que no fueran tan perfectas como quisiera,
Pero siempre eran sinceras,
Hubo estrofas que ya no canté más en los conciertos,
Con veinte no pienso igual que con treinta, eso es cierto,
Pero de ahí a la censura que queréis de estricta locura,
Es tic-tac, tic-tac, dictadura,
Tú pone entre barrotes al que dispara opiniones,
Y dale los galones al que roba los millones,
Yo no creo en ti, no creo en superhéroes de Marvel,
Sólo creo en dos; mis padres.