(318, 318) En las malas y en las peores, capucha, plaga, destornilladores Fuerza pa' to' los cabrones en los centros de menores Amor de hermanitos saliendo to' juntos de las depresiones Dicen que venden y solo se ponen, nada que ver con todos estos huevones Preparado para lo que venga pa' dar puñetazos de verdad Pa' morirme mañana mismo, 3-1-8 no damos tregua Si te vas de la lengua te viene una ruina que no quieres verla Trona de guardia sobre plantaciones de yerba (Tú eres Barcelona y yo Real Madrid, yo a la vez Muhammad Ali) (Tú pillas diez y yo pillo mil, yo no soy nadie, tú vas de gea) (Si quieres problemas conmigo solo tiene que decirlo claro) (Y parar de hablar mal de mí por ahí, y a la cara comerme el rabo) En el Fabrik dando asco con los mas yonkis de tu barrio Como tonto pegando saltos, esnifando Gelocatil En el Fabrik dando asco con los mas yonkis de tu barrio Como tonto pegando saltos, qué cojones habléis de mí Sonido serio, el ruido me agarra, estilo abusón Te bajo los humos, te piso la cara Ahí es tu cordón (ahí es tu cordón) Te cambia la expresión Si te cruzas con mi escuadrón Pinche culero, cabrón Corriendo hacer dos en colón Maricones que van de matones, pija de mierda follando en portales En las malas y en las peores con mis hermanos en to' los marrones A buen hambre no hay pan duro, llama a esa niña y que mueva el culo Huevo gordo, pasado oscuro, 318 tumbando bartolos (De tu puto novio me río, en su buen rollito, me cago) (Juro por los como el mio, pa' palizas en un lavabo) (Solo se aprende a palos, se habla más estando callado) (Cuida bien tus hermanos, para no echarles de menos) Me cago en los guardias de cura, solo silencio, yo no confieso Que te den por el culo, payaso, yo me lo como si yo me lo guiso Las rata' buscamos el oro, los ratones buscan al queso Tú ni si quiera sales de casa ¿Qué haces hablando de eso? En el Fabrik dando asco con los mas yonkis de tu barrio Como tonto pegando saltos, esnifando Gelocatil En el Fabrik dando asco con los mas yonkis de tu barrio Como tonto pegando saltos, qué cojones habléis de mí