Al escuchar tu voz, diciendo fuerte: "Cambien su vida y su corazón, que el reino cerca está". Pensé que ese tú, llamado, no era para mí. Tengo lo mío, yo no quiero irme de aquí. Y caminaste en las orillas de mi playa, Mientras zurcía con mis manos tantas redes. Y me invitaste a navegar por otros mares. Pronto sanaste las heridas de mi pobre corazón. Hoy me envías señor. "Vosotros sois, la sal de la tierra. Vosotros sois, la luz, para el mundo iluminar. Vosotros sois, testigos del amor que yo les di. ¡Vayan sin miedo a servir!" Y caminaste en las orillas de mi playa, Mientras zurcía con mis manos tantas redes. Y me invitaste a navegar por otros mares. Pronto sanaste las heridas de mi pobre corazón. Hoy me envías señor. "Vosotros sois, la sal de la tierra. Vosotros sois, la luz, para el mundo iluminar. Vosotros sois, testigos del amor que yo les di. ¡Vayan sin miedo a servir!" "Vosotros sois, la sal de la tierra. Vosotros sois, la luz, para el mundo iluminar. Vosotros sois, testigos del amor que yo les di. ¡Vayan sin miedo a servir!" ¡Vayan sin miedo a servir!