Para el que labra.
Para el que intenta.
Para el que narra
Una historia que es nuestra.
Despierta.
La sangre corre y se hace lodo por la lluvia,
Y cubre lágrimas de agobio en la penumbra...
Pero un incendio que se extingue en el lamento,
Un grito alado que descose el sufrimiento...
Sin mí no existe el sentimiento de la gente,
Del pueblo soy, no cargo espada ni tridente.
Vuelvo a mirarme en el espejo y me hago daño,
No más mentiras de reflejos insensatos...
Y se alimentan de mi esfuerzo duradero,
Y no me miran y me llaman pordiosero...
Levanto el puño, hay una pluma entre mis manos...
Extiendo alas y respiro proletario.
Ayyyy, perdón, por ser sudor...
Ayyyy, amor, yo soy mi voz.
El sol recae sobre piel y se hace lluvia...
Un mar de esfuerzos, combina las costuras...
Con pasos de otro que cantó los mismos ritos...
Que dio lecciones con trabajo y con sus gritos...
Somos voz que no se quiebra y que resiste...
Que es de tierra, mar, despacho y pupitre...
Que orgullosa, enseña manos rojas...
Con las ampollas de ser dueña de su historia...
Ayyyy, perdón, por ser sudor...
Y si te sientes proletario,
Creando el pan entre tus manos,
Construyendo los legados de un Perú hecho con tus trazos
Somos.
Somos.
Somos.
Ayyyy, amor, yo soy mi voz.
Ayyyy, dolor, que se acabó.
A la hora del recuento, cuando el momento llegó...
Cuentan algún salario, pero ninguno tiene voz...
A la hora del recuento, cuando el momento llegó...
Cuentan algún salario, pero ninguna tiene voz...
A la hora del recuento, cuando el momento llegó...
Cuentan algún salario, pero ninguna tiene voz...
A la hora del recuento, cuando el momento por fin llegó...
Tienen que ser varios, y que se escuche su voz.
Tienen que ser varias, tienen que ser varios...
Ayyyy, perdón, por ser sudor...
Ayyyy, amor, yo soy mi voz.
Ayyyy, perdón, por ser sudor...
Ayyyy, amor, yo soy mi voz.
Ayyyy, dolor, que se acabó.