Bajo un monte de la selva se encontraba una coneja Que saltaba muy contenta tocando la pandereta. Y movía la cabeza aunque tenía pereza Y cansada ya saltaba mientras el tambor tocaba. Cuando pudo descansar ya la luna se asomaba Y para poder dormir tocó un rato la maraca. Y al día siguiente despertó muy contenta Y tocó la pandereta. Luego se fue al río porque tenía calor Fue tocando el tambor. Para descansar se acostó sobre la hamaca Y tocaba la maraca.