Cuando la trompeta suene en aquel día final Y que el alba eterna rompa en claridad, Cuando las naciones salvas a su patria lleguen ya, Y que sea pasada lista allí he de estar. A mi nombre yo feliz responderé. En aquel día sin nieblas en que muerte ya no habrá, Y su gloria el Salvador impartirá, Cuando los llamados entren a su celestial hogar, Y que sea pasada lista allí he de estar. Trabajemos por el Maestro desde el alba al vislumbrar, Siempre hablemos de su amor y fiel bondad, Cuando todo aquí fenezca y nuestra obra cese ya, Y que sea pasada lista allí he de estar.