Estamos todos condenados A comprar felicidad Encadenados como esclavos Estamos todos condenados A sufrir insaciedad Para atragantarnos diseñados Aquel brillo de la máquina bella Nos robó el alma entera Nos eclipsa el corazón Arrojados en una estela Que devora hasta las venas Nos han roto el corazón Nos han roto el corazón. Estamos todos condenados A comprar felicidad Encadenados como esclavos Estamos todos condenados A sufrir insaciedad Para atragantarnos diseñados Aquel brillo de la máquina bella Nos robó el alma entera Nos eclipsa el corazón Arrojados en una estela Que devora hasta las venas Nos han roto el corazón Nos han roto el corazón.