Empieza la rutina diaria, la señora se va a caminar Su hijo pequeño se prepara y se lava la cara Tiene que ir a clases a estudiar Cruzando por la esquina el niño mira a un joven en particular Una apariencia medio rara, golpes en la cara, Pero no se atreve a preguntar Los llantos de ese joven no se escuchan Trae su capucha con mucho temor Temor porque su abuela ya se encuentra cucha Y ni siquiera lucha porque la salve el señor Sigue y saluda al panadero, pana de los abuelos Que ruega a dios que le regale un espíritu nuevo Ya esta cansado de tanta complejidad Siente la inferioridad porque se acaba el dinero Un pistolero entra a la panadería La cual se encuentra vacía y no halla nada que robar Frustrado por la sorpresa le da un tiro en la cabeza Y rápido se va en su moto antes que algo pueda pasar Lo domina la rabia y la nostalgia lo contagia, Pero debe estar activo evitando a los policías Quiere venganza por la muerte de su hermano Y sale a robar diariamente para mantener dos crías En esa vía una pareja discutía Mientras manejaban un auto por la cuidad La mujer gritando al hombre mientras este conducía Y se desvía del tema para obviar su infidelidad En el semáforo se detiene un momento Y frente a los carros se atraviesa un perro hambriento De raza fina, pero tirado en la calle Pues los dueños no podían gastar en sus alimentos Sale corriendo de repente, el semáforo en verde Y los autos no se frenan ni de suerte Se acerca al callejón de siempre A recostarse al lado de su mejor amigo el indigente Son los ejemplos del terror Del dolor, del rencor La sociedad se nutre de su propia conveniencia Mientras que el tiempo extermina por completo nuestro amor La humanidad esta sufriendo un crucifijo En el nombre del padre y del hijo Navegamos por nuestro acertijo Sin rumbo fijo La humanidad esta sufriendo un crucifijo En el nombre del padre y del hijo Navegamos por nuestro acertijo Sin rumbo fijo La realidad es subjetiva Cuando piensas que a nadie le puede pasar lo que a tí Comienza a justificar mejor lo que sientas Quizás no sabes si realmente eres feliz