Mi Amor caído: ¿Qué sería de ti sin tus amadas heridas? Las flechas siguen en su sitio, y cuesta tanto echar a andar. Quizás fuera un malentendido, quizás el títere tirara esta vez de los hilos... ¿Lectura errónea de los signos? O el omnipresente, caprichoso, azar. Renuncia a Baco, al siempre vagar, y al perdón de la diosa de la felicidad. Retén el manto del siempre odiado. El juez me señaló desde lo alto: Mil noches de soledad. Mil noches, ni una más. Las contaréis por segundos e instantes épicos, singulares. Largos también los días: las cadenas lentas yacen ahora a la vista. Cavad y preparad el asedio. Ni aceptéis ni ofrezcáis piedad. Adiós para siempre a las risas, dejad el vino y el baile a la vista. Buenas noches, dulce mía, que ni fantasma ni banshee te priven jamás del sueño. Renuncia a Loki, al siempre vagar, y al perdón de la diosa de la felicidad. Retén el manto del siempre odiado. El juez me señaló desde lo alto: Mil años de soledad. Mil años, ni uno más. Los contaréis por segundos e instantes épicos, singulares. Una eternidad de soledad. Una eternidad, nada más. La contaréis por segundos e instantes épicos...