Margaritas se van volviendo calas. Una palabra, un tajo... y a sangrar. El relajo, vistiendo de presagio, Jugando al alargue, sabiendo el final. Sentimiento con cronómetro encendido. Un trozo de vida, duerme sobre el andén. Nada más, cae la tarde Girando sin voluntad. Nada más, y el desenlace Se hace un eterno espiral, sin expirar. Un quejido se ahoga al ir remando Y el remanso que no tiene lugar. Avanzamos y nos atropellamos, Hoy estamos que no podemos estar. Simetrías, ya son antagonismos. No hay hechizo que devuelva el ayer. Nada más, cae la tarde Girando sin voluntad. Nada más, y el desenlace Se hace un eterno espiral, sin expirar. Nada más, cae la tarde Girando sin voluntad. Nada más, y el desenlace Se hace un eterno espiral, sin expirar. Nada más, cae la tarde Girando sin voluntad. Nada más, y el desenlace Se hace un eterno espiral, sin expirar. Nada más... Nada más...