Mientras más ajeno al mundo mejor, aunque me saludes amables y me condenes desde atrás, aburrido de tanta idiotez y enfermedad mental antes de abrir tus ojos, pudrieron tu raíz. Y bajo serio rostro de mono sonríe tu esqueleto, y lo que tú llamas morir es sólo terminar de morir, lo que tú llamas nacer es empezar a morir, morir y lo que tú llamas vivir es morir viviendo siempre fingiendo. No crees que vives demasiado preocupado de los demás, crees que es bueno olvidarse de tanto de sentir y de amar, siempre criticando al de al lado de tonteras preocupado sin saber porque así cuando te vas a asumir a ti. Facilitas las cosas para que te aplasten, y te condenas tú mismo, te quejas, te amargas y lloras y olvidas reír, reír, reír, reír...