Ciento cincuenta, ciento cincuenta Son mis temores Son mis errores que me incitan a la impotencia y nada más En otra historia, en otra historia Mis mil demonios No eran tan grises, pero a veces pueden cambiar por su ideal Llévame a tal intensidad Donde me pueda refugiar Quiero mirarte a los ojos Y descubrirme en la conciencia Llévame a tal intensidad Ciento cincuenta, ciento cincuenta Son mis sentidos Que están, que están tan aturdidos por la estirpe Tan aturdidos porque ya nunca bastará En otra historia, en otra historia Mejor distintos Saber que somos los mortales destinados a matar Llévame a tal intensidad Donde me pueda refugiar Quiero mirarte a los ojos Y descubrirme en la conciencia Llévame a tal intensidad